viernes, julio 21, 2006

flotadorcitos

Curioso, ambas pasamos por lo mismo y no lo sabíamos.
Quizás fue mejor así: en ese momento no hubiesen servido de mucho más anclas, necesitábamos un flotadorcito.
De todas formas ella está(¿ba?) viviendo algo que yo ya viví, y por fin, y tal vez en el momento más adecuado, estuve. Por fin estuve, por fin entendía de qué se trataba: por fin sabía qué decir y qué hacer. Por fin sentí que tantas cagadas, tantas cosas horribles, tantos túneles oscuros, sirvieron para algo :)

No recuerdo bien cómo llegamos al tema... ella empezaba algo, yo lo completaba. Creo que le agradó saber que no era tampoco tan rara la cosa, a mí también. Le compartí los tips que he ido descubriendo, igual venía de cosas horribles y se estaba convenciendo de que la solución era medicarse, le dije que por lo menos primero lo intentara, antes de tomar decisiones tan drásticas (insisto, los medicamentos pueden parecer la solución más rápida y eficaz, pero en mi humilde opinión, no son más que una anestesia permanente... aunque en algunos casos, obviamente, puede ser insoportable sin anestesia).
Después decidió ir a terapia. Buena cosa, la psicóloga resultó ser anti-medicamentos... y según me contó, le dijo exactamente lo que yo le había dicho... buena cosa saber que no estoy tan errada entonces, que voy hasta por buen camino... todavía tengo pendiente esa visita, que constantemente me repito, como el Chavo, sí voy... sí voy..., pero no logro convencerme.
A su vez me dio un tip chévere: hacer lo que me dé la gana cuando lo necesite. Hay temporadas que uno está tan mal que resulta totalmente improductivo, total que si no le sirve de nada ir a clase, si no le sirve de nada intentar estudiar... mejor hacer algo que le relaje; resulta mejor escaparse una semana de la cotidianidad, de las responsabilidades, que estar esa misma semana encerrada llorando en su casa, inmersa inútilmente en las responsabilidades.

Qué cosas, yo siempre había querido encontrar bipolarcitos, sentir que no estoy sola, que no estoy loca, que no soy un bicho raro, compartir esas vainas extrañas que a veces pasan... y lo más cerca que había estado era un hipocondríaco que se creía bipolar (entre otros muchos padecimientos que tenía el pobre...).
Recientemente, en los últimos meses, no sólo he conocido sino que me he dado cuenta que desde hace rato conocía muchos... y sí que han estado en la mala, uno que nunca se enteró por andar metido en sus infiernos silenciosos, y ellos a su vez nunca se enteraron... y al final lo dejamos todo, al sentir que todo nos había dejado...

Es que hay veces en las que uno se convence de que está solo, y cuando uno se convence, realmente no hay calor que logre entrar a su mundo...
facilito se llega a uno a sentir en un desierto en medio de una gran multitud...
facilito le empapa el hombro a alguien que está ahí, sólo por usted, y se siente cual si hubiese estado apoyado sobre una dura y fría piedra...
facilito lo abrazan bien duro, para que no se vaya, y usted hace mucho se ha desaparecido...

Y no puedo dejar de dudar de los porcentajes, pareciera ser mucho más sólo el 2%...
¿o será que sin querer tendemos a reunirnos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De acuerdo: uno se cree muy la chimba muy bicho raro muy diferente muy original ... y que va, lo que pasa es que conoce muy poca gente.

stessa dijo...

S: Suponiendo que realmente existiera "el camino que es", es imposible llevar a alguien por ahí... lo único que uno puede es hacer las veces de guía turístico: mostrar los caminos que conoce. Y ella no me encontró, ni yo a ella, somos amigas de hace mucho tiempo, de ahí lo "curioso".
En google sólo por "trastorno bipolar" puedes encontrar resto de cosas, incluyendo síntomas... aquí hay un cuestionario... y también sé, si quieres hablar al respecto, conoces mi cel :)

P: Yo sé, eso de ser bicho raro es más bien indicio de que está uno en el lugar equivocado. No sé qué le ven algunas personas a la rareza, ¡con lo bonito que es encajar! (sin que implique esfuerzo, obvio)
Y aclaro que a lo "bicho raro" que me refería dista mucho de creerse la chimba, MUCHO!... no es para nada parecido sentirse original a sentirse anormal.