lunes, noviembre 27, 2006

afectos paternales...

Como ya había dicho alguna vez, mi familia no es que sea muy “normal” que digamos... en cambio mi papá, ¡mi papa es raro, con R!
Frío e inexpresivo como él solo, aparentemente tranquilo pero explosivo, muy inteligente pero frustrado y con fuertes rasgos de autismo... también en el fondo tiene su corazoncito, pero él no es de los que se expresa verbalmente, tampoco de los que besa o abraza, él no es el papá que deja regalos debajo del árbol, ni el que demuestra sentirse orgulloso ante sus logros, no... a él hay que conocerlo para leer su afecto en los detalles.

Para leer su afecto hay que mirar las viejas fotos, nuestros garabatos de la infancia enmarcados, hay que encontrar en su mesa de noche las cartas incoherentes de cuando recién estábamos estrenando la escritura; hay que apreciar que lo despertara a uno halándole los dedos de los pies (gr), hay que obviar que uno puede estar saliendo a las 3am de la casa, y él no sólo no pregunta para dónde va, sino que no responde cuando uno se despide; hay que olvidar que cuando era chiquitita me dejaba olvidada en lugares hasta que hoooooras después alguien hacía la caridad de llamar a mi mamá a decirle que ya iban a cerrar y había una niña llorando que afirmaba ser su hija...; hay que valorar que si llego ebria, no sólo me cuida sino que se encarga de que mi mamá no se dé cuenta (pues no es que pase mucho, pero ajá); que sale corriendo y brincando a avisarme que hay algo de diseño en la TV; que usualmente no me hace muchos favores pero nunca se niega a hacer los más tediosos cuando lo necesito; que de repente, lo invite a uno de la nada a tomarse una cerveza; hay que olvidar sus ausencias físicas y obviar sus permanentes ausencias psicológicas; hay que encontrar abierto un email suyo, y leer que sí se siente orgulloso; hay que compartir sus pequeñas e incomprensibles alegrías; hay que valorar que nunca me da dinero para la universidad, o para el diario, pero siempre me salva de no viajar con lo mínimo; hay que obviar que nunca ha recordado mi cumpleaños, ni me felicita cuando lo nota, ni me da regalo... pero extemporáneamente llega con regalos rarísimos... que usualmente regala cosas que denotan que se preocupa por mi integridad física (sombrillas, sombreros, gafas, bloqueador, navaja suiza...); hay que entender y no extrañarse que nunca ha recordado el aniversario, que de repente sí lo recuerde y nos invite a todos al circo para celebrarlo (plop), hay que valorar el lograr persuadirlo de ir a comer helado...; hay que escuchar sus anécdotas de la infancia como si fuera la primera vez, y apreciar al niño que se le sale; hay que obviar sus manías y sus caprichos; hay que confundirse con sus escasas sonrisas, siempre tiernas y sinceras... pero tan tristes...

...tantas cosas para sentir su afecto tácito... y evitar intentar entender, evitar intentar entenderle, evitar ponerse a pensar si realmente la relación está bien o está mal, evitar sentirse culpable... y preferiblemente, evitar el llanto.


P.D. Yo sé que no llegué a ningún lado, que prácticamente no dije nada, que esto no fue más que un bloque pesado de texto confuso... pero es que la realidad es mucho más confusa.

3 comentarios:

Andrés David dijo...

Te leo hace poco y este texto me pareció buenísimo. Aunque dices que no dijiste nada, dijiste mucho. Aunque la realidad es mucho más confusa, la tienes bastante clara.

Lidiar con los padres no es fácil, incluso con los más abiertos. Que hayas aprendido a leer a tu papá de esa forma dice mucho sobre ambos. Gracias por darme imágenes diferentes y familiares, por mi padre (que no así) y por otros que conozco (y que son así).

Anónimo dijo...

Claro que se entendió el mensaje, y como dijeron antes "dijiste mucho".

Un ser particular tu padre, y aunque parezca mentira ... hay muchos como él por ahí. Como que es toda una generación, si hasta Andrés Lopez los menciona: "ahí le dejé café".

Y uno si que tiene cosillas de sus padres, por más que lo niegue ;)

stessa dijo...

andrés: caramba, sólo puedo decirte que gracias, realmente me hiciste sentir mucho mejor al respecto :)

patton: ejejejje sí, razón tendrá mi mamá cuando me dice a manera de regaño "es ud igualiiiita a su papá!"... y hasta mi papá cuando dice, a manera de ofensa, "es ud igualita a su mamá."
...lo que me hace pensar que necesito un chivo expiatorio también :P