domingo, julio 22, 2007

Me alegra muchísimo haber podido ayudar, animar, y quiero seguir ayudando... pero extrañamente siento como si en ese momento cuando lo vi feliz, tan feliz como yo lo estaba, de repente yo me quedé con toda su tristeza como si tal cosa hubiese sido como un trueque, un trueque de ánimos.

Cuando por un momento le ayudé a cargar el peso que llevaba encima me dolió algo en la espalda del alma, que me hizo sentir todos los gramos de mi propio peso.

Quizás al final él se dio cuenta que realmente no tenía motivos para estar triste, y yo me di cuenta que no tenía motivos para estar feliz.

Ahora me doy cuenta que es una escena recurrente que yo esté sosteniendo el alambre de púas para que todos pasen a jugar, y pasan y pasan, y sostengo y sostengo, pero nunca paso.

Ahora me doy cuenta que no sé cuánto tiempo llevo viviendo por otros, viviendo por personas y por causas ajenas, qué no sé en qué momento perdí el protagonismo y pasé a ser un personaje secundario en mi propia vida.

And it sucks.

No hace tanto tiempo sentía que llevaba una constante y divertida evolución, ahora veo a todos vivir, avanzar, y en cambio yo sin darme cuenta como que me quedé estancada, y hasta retrocedí.
Y esto sí lo había notado antes.
Al final de qué sirve hacer cosas que producen una gran satisfacción que después se transforma en un horrible vacío.

Quisiera que me ayudaran a sostener mi carga mientras me amarro los zapatos... pero en realidad no sé qué quiero.


--
Y yo creía tener muuucha ventaja mecánica, pero ya ven que no.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aunque no lo admitas ... tienes mucho, pero mucho de anacupro.

Eso nos pasa a los de ese club. Pero fresca que los del club estamos para tí ;) Es cuestión de agendas, creo yo.

stessa dijo...

yo sé, no lo niego :P

¿a todos les pasa???
caray deberíamos hacer entonces una convención para darnos moral jejejejje