miércoles, agosto 01, 2007

¿dónde quedó mi Pulguita interior?

Hace tiempo tuve oportunidad de ver algunas cartas viejas que guarda en una caja de zapatos un viejo destinatario mío; escogí la que por circunstancias pensé que sería más emotiva, me armé de todo el valor para prepararme para toda la posible cursilería de la que me sé muuuuy capaz... respiré profundo, abrí la carta, y cuál fue mi sorpresa al ver que, bueno, aparte de la cursilería de rigor, toda la carta en sus casi diez hojas de extensión era LA MÁS ABSURDA PAYASADA!
Aparte que contaba cule’pocoe’bobadas de mi colegiala cotidianidad de entonces, todo iba adornado de chistes muy muy malos, recortes de revista (muy chistosos, eso sí xD) alusivos a las payasadas que iba diciendo, un poco de vainas pegadas, un pitillo con leche en polvo y nesquik pegado (le estaría brindando un polvito por correspondencia pues :P), todo cerrado como con broche de oro por el recorte de una zanahoria cantante que según yo, se parecía a mi hermana.
Sin mencionar que por la época yo tenía la cándida costumbre de llenar las cartas de confeti para que (qué tal mi brillante razonamiento de la época) me pensaran mientras limpiaban el reguero :P
Me imagino que por la línea del “publicidad, buena o mala, es publicidad”, yo pensaba “recuerdo, bueno o malo (o con mentada de madre), es recuerdo”. Sitíca yo.

Y por si fuera poco, recuerdo algo todavía más paila: un cassette que envié de étsitos elegidos por mí, que abría conmigo y mi voz de mecreolocutora... si creían que una carta con recortes absurdos es muy patético, puede serlo todavía más: cuando queda un registro en audio de uno diciendo babosadas.
Afortunadamente lo recuerdo pero no he tenido el infortunio de escucharlo de nuevo, y este sí espero que de por dios el destinatario lo haya botado.

Eso sin mencionar la infinidad de vergüenzas que he protagonizado en vivo y en directo...

Y así por la línea del recuerdo me dio hoy por ponerme a releer cosas de mi primer blog a ver si había hecho mucho el oso, y aunque carecía del nivel de ridiculez que poseo, también era mucha payasada...!

Todo eso me lleva a que, contrario a lo que pensaba: no soy una fuente inagotable de babosadas. Es decir, mirando la cosa en retrospectiva, todos los años voy perdiendo cada vez más la gracia; y a pesar de que mis chistes nunca han sido una cosa que digamos de publicar, me preocupa estarme volviendo muy seria, muy aburrida.

Por eso he decidido que mi vida de hace falta payasada, y eso hay que remediarlo! <:o)


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¿Por qué uno ya no escribe carticas en papel?, eran chéveres. Me dieron ganas de escribir una :D

En otras noticias.
Mañana (o mejor dicho, hoy) entro a la U y estoy francamente cagada de la culeada tan boleta que se nos viene...
Y además tengo curiosidad de ver si todos los rumores sobre las medidas de seguridad y penalización son ciertos o_O

También tengo un poco de cosas pendientes de la casa, y de Evangelion y mejor dicho... ¿yo qué hago acá?!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, lo del confeti en las cartas supongo yo que era costumbre generalizada... ¿no?.

Es verdad, las cartas de "papel" tienen su nosequenosedonde que tienen su encanto.

Y no, nunca dejarás de ser payasa. Solo evolucionas.

stessa dijo...

¿todo el mundo le metía confeti a las cartas??
bueno saber que yo no era la única güeva :P
jejejejje a mí me divertía sobremanera pensar que si en el correo querían ver si había algo robable al menos no se iban limpios... o pensar que el destinatario pensara al ver el paquete bien rellenito "uy que chimba me mandaron algo grande", y luego... xD xD

ejjejeje y luego en qué se convierte un payaso cuando evoluciona, ¿recreacionista?, ¿mimo? :P