No recordaba que
la última vez que había estado acá había sido con él hasta que salí a caminar y
me lo encontré en tantas partes.
Cruzo la calle y
en un café está su cara por primera vez, en la estación está él esperando, en la universidad tintos bajo
la lluvia, en la calle conversaciones alicoradas, sus ojos sonrientes a un par
de centímetros y un par de lentes de por medio, en el centro un café y unas cuantas historias, hacia el sur cervezas y
canciones en francés, en el parque besos, en el bar planes y excusas para
viajar conmigo, en la terminal su cabeza sobre mi hombro, en la carretera mi
cabeza sobre su cabeza sobre mi hombro. Todos los lugares tan llenos y tan
ausentes de él.
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